Meditación para amar
Llenar el corazón de paz. Osho
Esta meditación ayuda a llevar la conciencia de nuestro ser, el centro, desde la cabeza hasta el corazón y así sentir más paz y amor.
Hay que practicarla en una postura lo más cómoda posible, yo recomiendo una butaca, y empezar por buscar puntos de tensión en el cuerpo, tensarlos al máximo para luego relajarlos de golpe hasta conseguir estar realmente relajados. Lo estamos cuando no sentimos nuestro cuerpo. Después, con los ojos cerrados, hay que llevar la conciencia desde la cabeza hasta el corazón, hasta el punto medio del eje que une las axilas. Cuando lo logremos solamente falta permitir que la paz del corazón nos inunde. Es maravilloso. Magia.
Cualquier actividad puede convertirse en meditación
Para que una actividad se convierta en meditación solamente es necesario realizarla con plena conciencia de lo que se está haciendo, es decir, de forma no automática ni rutinaria, con atención y manteniendo la mente aquí y ahora. Si lo consigues estás meditando.
Yo he convertido en meditación mi actividad diaria de escuchar música. Lo hago manteniendo mi atención en la letra y la música de la canciones. Así me mantengo en el aquí y ahora. Si me despisto un momento, no pasa nada y vuelvo a centrarme. Creo que ese es el auténtico y original sentido de las canciones.
Llevar la meditación a la vida diaria
Se trata de ir convirtiendo en meditativos algunos momentos del día fuera de la meditación. Yo trasladé la meditación Nataraj Osho al momento de la tarde en que fregaba los platos.
Era una delicia. Disfruté muchísimo. Bailaba y cantaba a grito pelado mientras fregaba. Después me callaba para seguir escuchando música. Para mantener la mente en calma dejaba pasar los pensamientos sin reprimirlos pero procurando volver a centrarme en las canciones.
Me lo pasaba tan bien que, después de fregar los platos a mano, para alargar la tarea, los metía en el lavavajillas. Reconozco que desperdiciaba agua, pero fueron momentos muy felices.
Meditación Nataraj Osho 5
La intuición nos indica cuando tenemos que cambiar de meditación. Por muy agradecidos que nos sintamos no debemos aferrarnos a una meditación y convertirla en una carga. La vida es cambio y transformación.
Pero no dejes de meditar. Decídete por una nueva forma de meditación. Yo, en este blog, voy a describir mi experiencia personal con algunas meditaciones, pero hay muchas más. Puedes probar una durante 4 ó 5 días y, si sientes que no es la adecuada para ti, cambiarla por otra.
Es posible que sientas que la meditación no es para ti. No te preocupes, hay otros caminos de evolución personal, como la creatividad, el amor, los sueños y la oración.
Meditación Nataraj Osho 4
El 7 de junio, tras varios días sin meditar, pero muy relajada y tranquila, sobre las 4 de la tarde, mientras paseaba con Saquil, mi perro, tuve un momento de conflicto interno realmente extraño que todavía no entiendo. Dejé a Saquil en casa y, mientras caminaba por la calle, intenté calmar mi respiración y relajarme, lo conseguí. Justo entonces escuché una voz en mi interior que decía "Buda eres". Sentí un gozo intenso y muchísima alegría. Muchísimo amor. Sentí que estaba viviendo la misma experiencia que había vivido Buda y los místicos de la literatura española, la misma que habían vivido muchas personas antes que yo: sentir que la Vida nos ama, a todos por igual pues todos, en alguna de nuestras reencarnaciones, estamos llamados a vivir esta experiencia. Creo que en mí se cumplía el mandamiento de Cristo: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
Aquella noche medité con la luz encendida en una continua celebración. Desde entonces celebro cada 7 de junio en la intimidad.
Nunca he hablado con nadie de esto, pero llegó el momento porque quiero invitaros a meditar.
Meditación Nataraj Osho 3
El crecimiento más espectacular que esta meditación activa provocó en mí fue el desarrollo de la conciencia y, como consecuencia, de la capacidad de amar. A medida que pasaban los meses, yo me iba convirtiendo en una mujer más tranquila, la meditación me ayudó a superar mis miedos, lo que aumentó mi calma mental. Esto hizo que fuera capaz de observarme y de darme cuenta de mí misma, de entenderme sin necesidad de analizarme. Era observación y no un ejercicio mental. También empecé a entender a los demás. Podía darme cuenta de las motivaciones y, así, comprender y muchas veces perdonar. Me convertí en una mujer más amable, más sincera y más confiada. A finales de mayo de 2004, después de un corto viaje, dejé de meditar. No sé porqué. Sencillamente no necesitaba meditar. Estaba muy tranquila y relajada. El 7 de junio de 2004 sucedió algo extraordinario que contaré en el próximo post.
Meditación Nataraj Osho 2
Esta meditación tiene tres partes. La primera consiste en bailar durante 40 minutos, ver post anterior. La segunda parte en permanecer inmóvil y en silencio durante 20 minutos, yo lo hacía en la cama y con la música todavía sonando. La tercera parte en bailar 5 minutos a modo de celebración.
La segunda parte requiere silencio y una mente calmada, pero yo no recomiendo forzar el silencio interior ni reprimir los pensamientos pues la mente humana es más frágil de lo que parece. Mi truco para conseguir la calma mental durante esta meditación es prestar atención a la música. En cuanto lo haces el silencio sucede. Los pensamientos vuelven, por supuesto, pero entonces hay que dejarlos pasar, como si fuesen nubes en un cielo despejado, dice Osho, Y volver a prestar atención a la música.
La tercera parte de esta meditación es bailar 5 minutos celebrando. Bailar de alegría. La gratitud en esta parte de la meditación se vuelve algo natural.
Mañana contaré lo que viví durante esta meditación.
Meditación Nataraj Osho 1
Es la meditación del baile. El objetivo principal es ser uno con el baile, pero aquí yo voy a contar mi experiencia personal y lo que yo conseguí fue ser una con la música. Para bailar, de la forma más descontrolada y natural posible, puede utilizarse música oriental para meditar pero yo utilicé mi música favorita: el álbum Vida Loca de Pancho Céspedes, el álbum Qué pides tú de Alex Ubago y Simon y Ganfurkel. Osho no dice nada al respecto, pero yo creo que es buena idea escuchar canciones que de verdad os gusten. A partir del segundo día de realizar esta meditación activa, sentí el impulso de cantar y decidí no reprimirme: cantaba y bailaba a oscuras en mi habitación todas las noches. Era como estar en un concierto, pero mejor, porque nadie iba a fijarse en cómo bailaba o en si lo hacía bien o mal. Aunque los primeros días estaba tensa, después disfruté muchísimo. Poco a poco esta alegría se esparció al resto del día. Al sentir que estaba haciendo algo por mí misma, mi autoestima aumentó poco a poco. Sentí tanta confianza en la Vida que pude pasar de lo que decían los mensajes de la tele, ver post anteriores, y controlar mis miedos. Todo poco a poco.
Momento en que empecé a meditar 2
En 1989 mi autoestima era baja. Me trataban como a una enferma mental sin capacidad de decisión, Estaba sola. En cuanto aparecieron los problemas todos mis amigos desaparecieron, Después fui capaz de hacer nuevas amistades pero no era capaz de confiar en nadie,
En 2003 empecé a leer libros de un autor que me ayudaban pero que, al mismo tiempo me hacían sufrir. Esos libros me convencieron de la importancia de la meditación. No los recomiendo porque, aunque me ayudaron, el sufrimiento psicológico era intenso.
A finales de 2003 empecé a meditar
Momento en que empecé a meditar 1
A finales de 2003 empecé a meditar debido a circunstancias que empezaron en 1989 ó 1988, no recuerdo el año exacto. En ese año empecé a sufrir crisis de ansiedad y miedo debido a que percibía mensajes agresivos en películas y en un libro, Fuí diagnosticada de esquizofrenia aunque yo nunca he estado de acuerdo con este diagnóstico. A partir de enero de 1995 empecé a ver osos por todas partes. Los veía en los escaparates de las tiendas, en televisión, en los envases del suavizante, en los cochecitos de los niños. Yo lo interpretaba como señales de la Vida, para ayudarme, Los osos aparecían en las crisis de ansiedad y en cuanto veía un oso me calmaba. Me acostumbré a salir a la calle a buscar osos. Todavía los veo. A la semana de empezar a ver osos dejé de fumar, sin ningún esfuerzo.